Si te apetece un viaje familiar a una de las regiones child friendly de Europa, Baviera es perfecta para visitarla con niños.
Un territorio de cuento, lleno de bosques, castillos, pueblos medievales, lagos, montañas y parques especialmente diseñados para ellos.
Hay entretenimiento para todas las edades, tanto si quieres empaparte de naturaleza como de historia o tecnología. Las opciones son tan variadas que merece la pena consultar una pequeña guía para no perderte entre ellas.
Puedes basarte en una ciudad y salir de excursión cada día, pero te aconsejo que cojas un coche de alquiler y experimentes el placer de conducir en Alemania.
Aunque pienses que es muy caro, hay alojamientos razonables en todas partes, perfectamente preparados para recibir niños. Dormir en plena naturaleza es una elección estupenda y factible en un país donde se protege y estimula el turismo familiar.
Si esto lo combinas con unos días en una gran ciudad como Munich, llena de atractivos, tendrás el cóctel perfecto.
Prepárate para disfrutar a tope, Baviera con niños es de lo más entretenido que hay.
La espléndida capital de Baviera es una ciudad llena de sorpresas, ideal para visitar con niños por las muchas actividades que tiene.
Podría escribir un post solo de la ciudad (y lo haré), pero hoy estamos centrados en los peques de la casa y en las vacaciones familiares.
Si tu intención es pasar unos días en la región, Munich es la mejor manera de comenzar el viaje. Una ciudad accesible, acogedora y cómoda de recorrer, aunque lleves carrito, bici o patinete. Y con tentadoras opciones para todas las edades, que de eso tratamos en este post.
Una buena manera de empezar es con una visita gratis en español, unas dos horas y media que sirven sobre todo para situarte en la ciudad.
Pero si crees que los niños son demasiado pequeños o revoltosos y no aguantarán, puedes comenzar con alguno de los increíbles parques.
El Englischer Garten (Jardín Inglés), es uno de los parques urbanos más grandes del mundo y tiene absolutamente de todo. En pleno corazón de la ciudad, es ideal para recorrer en familia, ya sea en bici, rickshaw, coche de caballos o simplemente a pie.
Pletórico de árboles y naturaleza, tiene su propio lago donde navegar o jugar con los patos. Y una de las atracciones más divertidas de Munich: la ola de surf.
Se trata de un grupo de surfistas, generalmente profesionales, que muy bien equipados y desafiando cualquier temperatura, practican su deporte favorito. Lo hacen a la entrada del Jardín Inglés, en un arroyo del río Isar, convertido en uno de los puntos turísticos más famosos de la ciudad.
Otro espacio espectacular es el Parque Olímpico, construido para los juegos de 1972. Desde entonces ha sido utilizado por los muniqueses y visitantes para correr, pasear y disfrutar de eventos a lo largo del año.
Una de sus mayores atracciones es la Torre Olímpica, con un fantástico mirador a 190 m de altura desde el que se divisa toda la ciudad. Pero no solo está la torre, también se pueden utilizar la piscina o el Palacio de Hielo, dos actividades que encantan a los peques.
En el apartado museos, Munich también tiene mucho que ofrecer. No te asustes, no hablo de ésos en los que estás pensando, sino en otros más atractivos para los niños.
Por ejemplo, el BMW, justo enfrente del Parque Olímpico. Allí tiene su sede el gigante de la automoción y pueden visitarse el mundo BMW o el museo de la marca. El primero es gratuito y el segundo no, pero ambos valen la pena.
Todo en un espectacular edifico de arquitectura contemporánea, donde niños y adultos disfrutarán admirando los últimos modelos de motos y coches.
El Deustches Museum es el no va más en ciencia y tecnología. Ubicado en una isla sobre el río Isar, su visita es absolutamente recomendable, sobre todo porque los niños pueden interactuar y experimentar.
Si tus peques son futboleros hay una visita ineludible: el estadio del FC Bayern, el Allianz Arena, uno de los más vanguardistas de Europa. La construcción es un prodigio arquitectónico y el recorrido muy ameno e interesante. Hay un autobús que te recoge en la Estación Central de Munich y te lleva directamente.
La lista de actividades para niños puede ser enorme, porque no hemos hablado de los palacios, como el de Nymphemburg y el Residenz. O el zoológico en el parque de Hellabrunn, con más de 700 especies de todo el mundo.
Pero Baviera con niños no es solo Munich, a una distancia relativamente corta hay mucho más para ver y disfrutar.
Al sur de Baviera, en la frontera con Austria, existe uno de mis lugares favoritos en el mundo y que seguramente se convertirá también en uno de los tuyos. Porque Berchtesgaden es algo especial, un tesoro de más de 210 km2 en plenos Alpes, donde reina absolutamente la naturaleza.
Y no es solo una frase, el objetivo del parque es que la naturaleza siga su propio curso, no está permitida la actuación humana en el corazón de la zona protegida. Las plantas siguen su ciclo, descomponiéndose y renaciendo en este rincón salvaje de Europa en medio de un entorno maravilloso.
Aquí hay montañas enormes, ríos y lagos de agua cristalina, prados verdes, bosques oscuros, glaciares y acantilados escarpados. Todo un festín para niños y adultos amantes del aire libre.
El Watzmann es la montaña más elevada y el símbolo del Berchtesgaden, con sus tres imponentes picos que se conectan mediante una extraordinaria cresta.
En el corazón del parque destella el lago Königsee, que por estar rodeado de altas montañas más parece un fiordo. Se puede navegar por él en embarcaciones eléctricas, la mejor manera de conocerlo y disfrutarlo. No dejes de ver el lago vecino, Obersee, de una impactante belleza virgen rodeada de bosques.
Otro de los impresionantes lagos es el Hintersee, con aguas color esmeralda y grandes rocas llenas de musgo. Tiene un sendero que lo rodea y una gran infraestructura turística alrededor que lo convierte en un foco de atracción para los visitantes.
Dentro del parque encontrarás un pueblo muy pintoresco, Ramsau bei Berchtesgaden, cuya parroquia es uno de los puntos más fotografiados del país, imagen habitual en cualquier postal de Baviera.
Otro de los lugares más visitados de Alemania también habita en Berchtesgaden, el Nido del Águila, la guarida que el partido nazi regaló a Adolf Hitler al cumplir 50 años. Una verdadera fortaleza alpina de proporciones gigantescas que hoy alberga una exposición, un restaurante y un mirador espectacular.
También hay infinidad de rutas de senderismo para todos los niveles, un bosque encantado (Zauberwald), cabañas-refugio donde dormir y hasta unas minas de sal.
Tanto si vas a Baviera con niños como si no, el Berchetsgaden es una experiencia inolvidable y altamente satisfactoria.
A 43 km de Munich, en la ciudad de Erding, existe una alternativa de diversión que tus peques agradecerán con entusiasmo: un inmenso parque temático termal con todo lo necesario para disfrutar del agua.
Nada menos que 27 toboganes con niveles diferentes de dificultad, piscina de aventuras o de olas cálidas, donde alguna llega a los 2m de altura para poder surfear y hasta un canal de flujo constante, el Crazy River.
Las aguas termales de la zona emergen desde una profundidad de 2.300 m a 34º centígrados y por supuesto, son terapéuticas y curativas.
Está dividido en zonas para mayores de 16 años, más tranquilas y enfocadas a tratamientos de salud y belleza, y el área marchosa, donde están los toboganes y las atracciones para los niños. La estrella es el Magic Eye, un tobogán de tubo con neumáticos hinchables, que se desliza desde los 22 m de altura a lo largo de 356 m y con efectos luminosos psicodélicos. Una verdadera pasada.
Barato no sale, como puedes imaginarte, pero tampoco es algo que vayas a hacer todos los días y la experiencia resulta, como mínimo, muy interesante. Sobre todo para los peques, que alucinarán con la cantidad de actividades en el medio que más les gusta: el agua.
Una más de las múltiples opciones que ofrece un viaje a Baviera con niños, incluso con un hotel en las instalaciones para que no te pierdas nada.
Muy cerca de la ciudad bávara de Núremberg hay un lugar mágico para disfrutar y jugar sin límites. El Playmobil Fun Park tiene unas características que lo hacen diferente a los parques temáticos habituales.
Ni música estridente, ni efectos especiales, ni colas, ni atracciones como se pueden ver en otros sitios. De acuerdo con la filosofía de la compañía, los niños y su imaginación son lo que importa. Por eso te vas a encontrar con una serie de espacios donde ellos tienen que montarse su propia película.
En la zona cubierta, el Hob Center, una sucesión inacabable de cajas y cajas a disposición de los peques resulta de lo más estimulante. Ellos se desentienden del mundo y se dedican a disfrutar tranquilamente. Y eso llama la atención, a pesar de la cantidad de familias que hay, reina un clima de calma e incluso de silencio difícil de encontrar en otros lugares.
Muy cerca, un laberinto de pasarelas colgantes, toboganes y cuerdas les hacen pasar un rato estupendo, entrando y saliendo las veces que quieran.
Existen un montón de áreas temáticas para jugar y pasarlo muy bien, tantas como puedes encontrar en las cajas de Playmobil: la granja, el castillo, el far west, la estación de policía o los dinosaurios. Pero una de las favoritas es sin duda el barco pirata, la caja más grande de todas.
Y aquí se lo encontrarán en tamaño superlativo, tanto que podrán subir a él por una pasarela y llegar al puente de mando con rueda del timón y todo! Solo por verles las caritas ya vale la pena.
Por supuesto dentro del parque hay sitios para comer o tomar algo, a un precio razonable, igual que las entradas. Como detalle, contarte que en la caja del restaurante te regalan una figurita para cada niño, después de haber pagado la consumición, claro.
Ten en cuenta que resulta perfecto para peques de hasta 10 años, más o menos. Los mayores se lo pasarán bien, pero es más adecuado para los menores de la familia.
En esta Baviera con niños, el Playmobil Fun Park es una opción segura de entretenimiento y diversión.
Es difícil encontrar un niño al que no le llamen la atención los dinosaurios, seguro que entre los tuyos hay alguno. O tú mismo eres un dino-fan, sin ir más lejos. La fascinación por estos animales prehistóricos va más allá de Parque Jurásico y existe todo un mundo alrededor de ellos en forma de museos y parques.
En la ciudad de Denkerdorf, a poco más de 70 km de Núremberg, se encuentra el Museo de Dinosaurios Altmühtal, que hará las delicias de toda la familia con una concepción diferente e interactiva para experimentar y comprender.
No es un museo normal sino un parque en el bosque, en plena naturaleza, con modelos de dinosaurios muy bien concebidos y una tabla interesantísima que muestra la evolución de la vida en nuestro planeta durante 400 millones de años.
Las réplicas son increíblemente reales y a tamaño natural, los niños incluso pueden tocarlos y trepar a algunos de ellos. Hay también un edificio más formal, con un esqueleto auténtico, restaurante y cafetería de productos orgánicos y zona de juegos. El biergarten donde tomar un tentempié está en pleno bosque y con los juegos a la vista.
¿Quieres saber la mejor parte? O por lo menos la que nos gustó más a nosotros: por un pequeño precio adicional, los niños pueden entrar en una zona de excavación de piedra caliza, romper rocas y quedarse con los dos mejores fósiles que encuentren.
Para los míos eso fue lo más excitante de todo, ya que además les proveen de equipamiento. Que les dejen un martillo para romper cosas de forma “legal”, es como tocar el cielo con las manos. Eso y el T-Rex, por supuesto.
Hay unos cuantos parques de dinosaurios por ahí, pero éste es diferente y muy entretenido, ideal para un recorrido por Baviera con niños.
No puedes visitar Baviera sin conocer alguno de sus muchos castillos, pero entre todos Neuschwainstein Schloss se lleva el oro.
Lo de cuento no es una exageración, el castillo es realmente impresionante incluso desde la lejanía. Está en la ciudad de Füssen y fue mandado construir por Luis II de Baviera, más conocido como el Rey Loco. Estaría loco, pero dejó un legado maravilloso en forma de castillos, porque éste no es el único, pero sí el que sirvió de inspiración a Walt Disney.
Es otro de los sitios más fotografiados de Alemania y solo se puede entrar con una visita guiada. Digamos que tiene un régimen muy germánico para poder conocerlo por dentro: ni carritos de bebé, ni mochilas de gran tamaño o portaniños. Tampoco está permitido filmar o tomar fotografías, pero a pesar de todo la visita merece la pena.
El recorrido por las 14 estancias abiertas al público dura una media hora y tienes que presentarte en punto, si llegas tarde no entras. Aun así, no puedes perdértelo, a los niños sencillamente les subyuga, tan alto, tan hermoso, tan de cuento de hadas que no parece real.
Muchas veces hemos visto cosas inimaginables, como un coche que funciona a tamaño real, fabricadas con los ladrillitos de Lego. Pues aquí, en la ciudad de Günzburg, Legoland te ofrece la oportunidad de comprobar cómo de bien marchan estas cosas.
Para los peques, la mayoría devotos de la marca, es una entrada en el paraíso, para el que paga no tanto. Los precios son altos, pero la satisfacción está asegurada.
La exquisita tematización con las famosas piezas de construcción es alucinante. Hay pájaros hechos con ellas en los árboles, detalles en los baños y prácticamente TODO lo que vas a encontrar en el parque. Que es muy grande y está dividido en zonas donde hay atracciones para todas las edades, además de áreas de juego, tiendas, bares y restaurantes. A diferencia de Playmobil, aquí todo está organizado como un parque temático tradicional, colas para subir a las atracciones incluidas.
Cada una de las zonas tiene muchas cosas para ver y hacer, desde Miniland, con sus preciosas maquetas en miniatura hasta Lego X-Treme, donde manda la velocidad. Pirate Land es una pasada de 5.000 m2 con barcas piratas y mucha agua, por no hablar de Ninjago, donde los fans ninjas de la familia flipan en colores. En total hay 9 zonas diferentes donde pasarlo realmente bien y no hablo solo de los niños.
Si tu bolsillo lo permite, también puedes dormir rodeado de legos en el mismo parque e ir a pie a las atracciones. Pero en la cercana Günzburg hay buenas ofertas de alojamiento y está solo a 4 km de distancia.
Lo hagas como lo hagas, será una experiencia inolvidable para los peques y una de las mejores etapas de esta Baviera con niños.
Me llamo Cristian Goldberger y soy un viajero empedernido. Desde niño siempre he soñado con viajar y compartir mis experiencias con todo el mundo. Tras cursar una Licenciatura en Turismo, he viajado, vivido y trabajado a ambos lados del charco. Como guía oficial del Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio tengo debilidad por las montañas y la naturaleza. ¿Si pudieras, te pasarías la vida viajando? Yo, desde luego que sí.
Copyright © 2022 | Superguiaviajera.com · Todos los derechos reservados ·
Aviso Legal | Política de privavidad | Política de cookies | Contacto