Enoturismo en La Rioja

¿Te gusta la idea de mezclar en un viaje la cultura y el vino? Te lo pregunto porque si tu respuesta es sí, nada mejor que una escapada a la Rioja.

En un fin de semana tienes la posibilidad de combinar tu pasión por el vino con visitas a algunas de las ciudades más interesantes del norte. Y beberte su sabor, por supuesto.

Hay muchas rutas para elegir, pero creo que la que te propongo es ideal para desconectar sin agobios, visitando algunas de las bodegas míticas. Podrás conocerlas en la Rioja Alta y la Rioja Alavesa, además de museos del vino, catas y una gastronomía excelente. Sin dejar de disfrutar de unos enclaves repletos de historia y cultura, orgullosos de su nexo común con el vino y la historia.

Algunos de ellos asentados sobre auténticas ciudades subterráneas, hechas de bodegas que se esconden bajo tierra para seguir elaborando vinos.

Se trata de un recorrido circular visitando Logroño, Cenicero, Briones, Haro, Labastida y Laguardia.

Una escapada diferente entre caldos y viñedos para combinar la cultura y el vino que, seguro, te dejará muy buen sabor de boca.

 

LOGROÑO

Un buen sitio para basar la ruta es la ciudad de Logroño, capital de La Rioja y una de las paradas del Camino de Santiago. Por lo tanto, buen ambiente asegurado y mejor comida.

Si llegas un viernes por la tarde para aprovechar el fin de semana, una manera perfecta de comenzar tu viaje es salir de tapas y vinos por la ciudad.

vinedos termino Logrono cultura y vino

La calle del Laurel es el epicentro logroñés del tapeo y el enoturismo. Está repleta de bares y tabernas, una mejor que la otra, y es imprescindible ir saltando entre ellas para probar cosas diferentes.  Aquí reinan los peregrinos de la gastronomía, poniéndose morados a mayor gloria del apóstol y que no perdonan ni un pintxo. De hecho, algunos de estos bocados vienen de receta tan antigua que el mismísimo Santiago ha tenido seguramente ocasión de probarlos.

Los vinos, por supuesto, son todos de la zona y allí ya podrás comenzar a degustar “in situ” los mejores caldos que ofrece La Rioja.

El Ebro serpentea a golpe de barricas y la ciudad ofrece muchas cosas interesantes. Como por ejemplo, el Puente de Hierro, diseñado por el mismísimo Monsieur Eiffel, bastante más útil que algunas otras obras del francés, aunque no tan rentable.

Justo enfrente se emplazan las impresionantes instalaciones de las Bodegas Franco-Españolas, unas de las más antiguas de La Rioja, en pleno casco histórico de su capital.

cultura y vino

Otra visita imprescindible es la de las cavas subterráneas, aquí llamadas calados. En muchas de ellas ya no se hacen vinos sino que han sido transformadas en restaurantes o galerías de arte que vale la pena conocer.

En cuanto a lo monumental, destaca la Concatedral de Santa María la Redonda, con sus características torres gemelas barrocas, emblema de la ciudad. También la Puerta y el Arco del Revellín, últimos restos de las fortificaciones que tuvo Logroño, y un casco antiguo preñado de casas medievales y renacentistas.

Si eres de los míos y buscas siempre los mercados para conocer de primera mano el pulso de una ciudad, el de San Blas te encantará. Hermoso edificio y estupendo género en un sitio donde la huerta triunfa sobre todo lo demás.

Por supuesto, hay muchas bodegas  en Logroño y sus alrededores, tantas que te costará decidirte por alguna. Te dejo este enlace para que puedas elegir tranquilamente cuál es tu favorita en esta ciudad en la que combinar la cultura y el vino es lo natural.

 

CENICERO

En la orilla derecha del Ebro, Cenicero se recuesta en sus terrazas naturales, perfectas para el cultivo de la vid.

Buen clima, turismo rural en ascenso por la cercanía al País Vasco, excelentes vinos y rico patrimonio monumental son sus credenciales.

No solo bodegas, que las hay y muy importantes, sino también la industria de la vitivinicultura está presente en Cenicero. Allí se fabrican toneles, se destilan caldos y se manufacturan corchos para botellas y embalajes de cartón.

Cenicero catas

Es un rincón muy bonito a solo 20 km de Logroño, que cuenta con algunos edificios barrocos como la Ermita de la Virgen del Valle. Ubicada en pleno centro de la ciudad, comparte protagonismo con la Iglesia de San Martín y la Casa de Cultura “Las Monjas”

Pero quizás el monumento más singular de Cenicero sea la Estatua de la Libertad, hecha a imagen y semejanza de su hermana mayor neoyorquina. Aunque para homenajear a los héroes de la localidad en este caso.

estatua libertad Cenicero

En cuanto a bodegas, si en Logroño ya era difícil elegir, aquí ni te cuento. Hay más del doble que en la capital, entre ellas algunas tan famosas como Berberana, Marqués de Cáceres o Bodegas Riojanas.

En todas ellas es posible la visita y en muchas también la cata, aunque te aconsejo que primero palpes  la cultura y luego el vino.

 

BRIONES

Acunado por la Sierra de la Demanda y la de Cantabria, vigilando el Ebro desde un cerro, Briones es el perfecto ejemplo del pueblo medieval bien conservado. La estampa del lugar, recostado en la ladera con los viñedos a sus pies, resulta muy sugerente y evocadora.

📸Foto:@xaviergiltabios

Una villa pintoresca, que forma parte de los Pueblos más Bonitos de España y que te enamorará de inmediato. Es La Rioja en estado puro, historia, arquitectura, sabor a medioevo, con una bellísima plaza donde se concentran los principales edificios.

Alguno de ellos de innegable encanto y valor histórico, como el palacio de Los Quincoces. Destacan también la Iglesia de la Asunción, el palacio del Marqués de San Nicolás, la Antigua Abadía y la Casona de la Plaza. Un verdadero festín para los amantes de la historia y la arquitectura, ya sea barroca, renacentista o medieval.

El casco antiguo está rodeado por los restos de la muralla que lo delimitaba, perfecto para pasear a pie y disfrutar de las vistas. Que incluso mejoran si subes hasta lo que queda de la torre del homenaje, último vestigio del castillo de Briones.

Pero si algo lo distingue sobre otros pueblos es su maravilloso Museo Vivanco de la Cultura del Vino, uno de los más importantes del mundo en su especialidad. Y una visita que recomiendo especialmente, es un lugar único donde descubrir mucho más de lo que crees sobre este particular.

una escapada a la cultura y el vino

Aunque por supuesto, la Bodega Vivanco no es la única en Briones. Como en toda La Rioja, tienes dónde escoger.

La gastronomía es excelente, basada en carne de cordero, cerdo y embutidos de gran calidad. Con especial mención a los productos de la huerta frescos y de temporada.

En resumen, un sitio ideal para disfrutar de la cultura y el vino sabiamente combinados para asegurarte una gran experiencia.

 

HARO

La conocida capital del vino riojano es una bellísima ciudad cuajada de palacios blasonados, conventos y edificios impresionantes. Por eso siempre resulta parada obligada en cualquier recorrido, aunque los amantes del vino tienen más razones para detenerse allí.

La mayor concentración de bodegas centenarias del mundo está en el Barrio de la Estación de Haro. No por casualidad, sino por conveniencia, ya que el vino se transportaba en tren y esa localización facilitaba el comercio.

wine & culture

Aquí encontrarás algunas de las mejores bodegas de vino de Rioja, pero no las únicas. Por ejemplo, las bodegas CVNE, Muga o Roda están allí, a tiro de piedra del centro, pero si quieres saber cuántas y cuáles, te dejo este enlace.

Así como Logroño tiene su calle del Laurel, la de Haro es la calle de la Herradura. Es como se conocen las dos calles que unen la plaza de la Paz con la de Santo Tomás, configuradas en forma de herradura.

Todo el mundo está allí, residentes y turistas, en estas estrechas callejuelas sembradas de bares y restaurantes que son el lugar de la cita diaria y el encuentro.

Aunque el verdadero centro neurálgico de la ciudad es la plaza de la Paz, con su distintivo quiosco en el centro. El Ayuntamiento tiene su sede en esta plaza, en un magnífico edificio del siglo dieciocho engalanado con soportales. También allí encontrarás el palacio de Bendaña o palacio Paternina, donde tiene su sede la Oficina de Turismo, una preciosa muestra del estilo plateresco.

En el lado opuesto a la plaza de la Paz se puede ver la Iglesia Parroquial de Santo Tomás, de estilo gótico florido y bella portada. Pero la más importante es la Basílica de Nuestra Señora de la Vega, que guarda un impresionante retablo barroco.

Sin embargo, lo que sobre todo llama la atención en el paseo por la ciudad es la abundancia de palacios. El de los Condes de Haro, por ejemplo, al lado de Santo Tomás, es uno de los más fotografiados, seguramente por las columnas salomónicas de su portada.

Palacio de los Condes de Haro

O el de las Bezaras, el Tejada, el de los Condestables o el de la Cruz, cada uno con su propio y particular encanto.

No es difícil maridar en Haro la cultura y el vino, están hermanados desde hace muchísimo tiempo, para beneficio de propios y extraños.

 

LABASTIDA

Labastida es un municipio de la Rioja Alavesa, es decir que se encuentra en la provincia de Álava, en el País Vasco. Una antigua fortaleza medieval que se convirtió en villa palaciega para los productores de vino.

Desde el punto de vista turístico, la población tiene mucho que ofrecer gracias, en parte, al enorme aporte económico de su principal industria.

Y también de la situación geográfica donde está emplazado, entre el monte Toloño y el río Ebro, con muchos espacios naturales de gran valor.

cultura y vino

Un paseo por sus calles te mostrará todo lo que el vino ha hecho por Labastida, llena de casas solariegas y palacios nobiliarios blasonados. Conserva edificios notables, como la Iglesia de la Asunción, de estilo barroco y con muchos tesoros en su interior. También es impresionante la Ermita del Santo Cristo, en la parte más alta del pueblo y con espectaculares vistas sobre los viñedos.

Entre la arquitectura civil destaca el edificio del Ayuntamiento y el Palacio de los Salazar y Quintano, en la plaza Mayor. Incluso existen vestigios de la antigua judería en la Plaza del Olmo y de las murallas, con un par de arcos que han sobrevivido a los siglos.

Se puede ver también un antiguo lagar, el de la Mota, como tenían todas las casas de Labastida en los sótanos para elaborar vino.

Y por supuesto, las bodegas, que pueden visitarse previa cita. Las más importantes son Agrícola Labastida, González Teso, Señorío de Arana, Mitarte, Finca de la Rica, Remelluri, Ibaiondo o Marqués de Carrión.

Barricas

Muchas de ellas siguen siendo empresas familiares muy cuidadas por sus propietarios y otras ya pertenecen a multinacionales. Los caldos son excelentes en ambos casos y Labastida se convierte en uno de los sitios ideales para degustar la cultura y el vino.

 

LAGUARDIA

Otro bonito pueblo de la Rioja Alavesa que recuerda mucho a la Toscana italiana es Laguardia.

Enclavada en lo alto de un cerro, con la Cordillera Cantábrica como telón de fondo y las antiguas murallas rodeando sus calles empedradas, es un perfecto destino turístico. Y enológico, claro.

📷 @martinezjosemiguelrodriguez

Simplemente por conocer sus dos portentosos templos, ya valdría la pena la visita. La portada gótica policromada de Santa María de los Reyes es espectacular, una auténtica obra de arte. Y la iglesia de San Juan Bautista no se queda atrás, con sus variados estilos y su preciosa capilla del Pilar.

Hogar natal del fabulista Samaniego, Laguardia está agujereada en su interior por un enjambre de ancianas bodegas.  Sobre este entramado subterráneo de más de 330 cuevas, existe un maravilloso casco histórico rodeado de murallas.

Ideal para el callejeo, tanto dentro de ellas como por el Paseo del Collado que las bordea, es un lugar delicioso para perderse y deleitarse con sus casas señoriales.

Y con sus fantásticas bodegas, algunas con hoteles dentro de sus instalaciones.

A menos de un kilómetro de Laguardia podrás encontrar un asentamiento celtibérico de la Edad de Bronce, el Poblado de Hoya. Tiene, además, un interesante museo anexo donde se muestran los elementos hallados e incluso reconstrucciones de cómo pudo ser el poblado original.

Si no te bastaba con la cultura y el vino, este plus de arqueología es la guinda del pastel.

Espero que te haya gustado este recorrido por algunos de los pueblos del vino más importantes. Como siempre te digo, hay mucho más para ver, ésta es solo una muestra de lo mucho que ofrece una tierra especialmente hecha para la vid.

¡Que lo disfrutes y bébete uno a mi cuenta!