Si estás pensando en visitar alguna de las capitales europeas y cuentas con poco tiempo y presupuesto, tengo la opción ideal para ti. Y te lo voy a demostrar con este listado de cosas que ver en Bruselas.
Empiezo por aquí porque se trata del lugar más famoso para ver en Bruselas. Y así continuaré el listado, por orden de importancia de cara al turismo.
Compuesta por numerosos edificios, se la considera uno de los conjuntos arquitectónicos más bonitos de Europa. Se trata del centro geográfico de Bruselas y, por tanto, del punto de encuentro de muchísimas actividades. Entre ellas, los free tours. Los sitios más destacables que podemos encontrar en ella son el Ayuntamiento (Hotel de Ville) y la Casa del Rey (Maison du Roi), que actualmente alberga el Museo de la Ciudad (Musée de la Ville) y expone cosas tan interesantes como los trajes que le van poniendo a la estatua del Manneken Pis en cada ocasión especial.
Siempre es espectacular visitarla, pero si tienes que elegir momentos del año en los que está decorada y realmente insuperable, te recomiendo:
Esta estatua de bronce de menos de 70 cm es el segundo de los tres símbolos indiscutibles que ver en Bruselas. Se trata de la figura de un niño desnudo simulando orinar en la fuente. Antiguamente esta estatua era de piedra y, tras haber sido robada varias veces, decidieron sustituirla por una de un material diferente. Los bruselenses han intentado siempre proteger esta reliquia de la capital, al parecer, sin éxito. Finalmente, en 1960, el monumento fue robado y tuvo que ser sustituido por una copia.
Otro de los motivos por los que esta pequeña figura atrae tantos turistas es porque le disfrazan en algunas ocasiones. Ya tiene más de 800 trajes diseñados para honrar a alguna profesión o para acompañar a muchas de las celebraciones importantes que tienen lugar en la ciudad.
Esta estructura de acero y aluminio fue construida para la Exposición General de Bruselas en 1958. Su forma intenta representar a la imagen de un átomo o cristal de hierro. Mide 102 metros y es una de las pocas cosas de la lista que no está situada en la zona centro de la ciudad. En el interior de las esferas que lo componen hay exposiciones tanto temporales como permanentes, y en la más alta de todas encontrarás un restaurante. Su entrada general cuesta 15 € (también la puedes comprar de forma combinada para entrar a Mini Europe), pero son muchos los que dicen que su interior puede resultarte decepcionante. Por no hablar de lo frustrante que resulta tener que esperar las largas colas que se formar para poder entrar. Así que dejo a tu elección ir a verlo solo por fuera.
A partir de este apartado, todos los sitios de los que voy a hablar no se consideran símbolo de la ciudad, pero eso no quiere decir que no tengan vital importancia para los turistas. Así que continúa con tus ojos bien abiertos, porque aún quedan muchas maravillas por descubrirte para ver en Bruselas.
Este espacio se construyó con motivo de la celebración del 50 aniversario de Bélgica como nación independiente y actualmente podemos encontrar tres museos en él: el de Historia Militar, el del Cincuengtenario y el Autoworld. Su parque es el segundo más importante de Bruselas.
Para que os hagáis una idea de lo recomendable que es visitar este edificio, comparan su belleza con la de la Grand Place. Cuando terminó su construcción en 1883, fue considerado el edificio más grande de Europa, así que os llevará un buen rato verlo entero. Aún así, no puedo dejar de insistir, merece la pena. Se sitúa en la plaza Poelaert, de la cual se puede observa en la foto que posee una inmensa belleza también, y su entrada es gratuita. No se puede pedir más.
Se trata de la sede de la monarquía belga, la cual no hay que confundir con su lugar de residencia. Solo está abierto al público desde el 21 de julio hasta principios de septiembre. Y en cuanto a su parque, este si que es el más importante de la ciudad. Antiguamente se usaba para la caza real. Recomiendan visitarlo por las tardes y los fines de semana, que es cuando tiene un ambiente más animado.
También conocida como Catedral de Bruselas, este monumento gótico del siglo XI está considerado como la principal iglesia católica de Bélgica. Su entrada es gratuita, pero su quieres visitar el Tesoro de la Catedral deberás pagar 2 €, y 3 € para la Cripta. Está abierta al público todos los días de la semana, aunque con horario distinto dependiendo del día. Su interior te resultará un poco sombrío, pero ten por seguro que eso no le restará majestuosidad.
El día que decidas ir al Atomium, no puedes perderte este parque temático, ya que están justo al lado. Está abierto todo el año menos desde el 4 de enero al 12 de marzo. Su entrada general cuesta 16,5 € pero, como ya dije anteriormente, se puede comprar de forma combinada con el Atomium o el Planetario y te saldrá un poco más barato todo. Te divertirás muchísimo paseando entre las 350 maquetas de 80 ciudades europeas que componen este lugar.
Este edificio, obra del arquitecto Paul Saintenoy, captará muchísimo tu atención cuando pases por su puerta ya que destaca por lo bonito y peculiar que es. En sus inicios, sirvió para albergar los Almacenes Old Engalnd. En su interior contiene alrededor de 7000 instrumentos desde la edad media hasta la actualidad. Puedes recorrer sus cuatro plantas con una audio guía, la cual te hará la visita mucho más entretenida. Y cuando termines, puedes tomarte algo en el restaurante que hay en la terraza de su última planta, donde podrás disfrutar también de vistas panorámicas de la ciudad. Cierra los lunes y del 11 de noviembre al 25 de diciembre, y su entrada cuesta 10 €, a no ser que dispongas de la Brussels Card. Si es así, entrarás gratis.
Se la considera la hermana del Manneken Pis, aunque no sean contemporáneos ni estén hechos del mismo material. La Jeanneke Pis se esculpió en 1985 sobre piedra caliza. ¡Y atención con su localización! porque me volví loca buscándola. Los mapas la sitúan en el Impasse de la Fidélité (Callejón de la Fidelidad). Esta calle es muy famosa a pesar de su aspecto descuidado porque está repleta de bares y pubs ideales para tomar un auténtica cerveza belga. En su inicio, puede que encuentres un cartel señalizando la estatua pero, cuando empiezas a recorrerlo, es complicado encontrarla. Tienes que ir mirando la fachada derecha y la verás detrás de unos barrotes rojos. Supongo que todos esperamos encontrar una fuente igual que la del Manneken Pis pero, también supongo que han tomado la decisión de proteger más a esta segunda escultura ya que la masculina fue robada en varias ocasiones.
Está dentro de las diez iglesias más grandes del mundo y su nombre hace honor a la basílica de París que, al igual que ella, está situada sobre una colina. En este caso, la de Koekelberg. Fue construida en estilo Art Decó con motivo del 75º aniversario de la independencia de Bélgica. Aunque está a la afueras de la ciudad, recomiendo mucho su visita por muchos motivos, entre ellos, las vistas que ofrece su mirador situado a 53 metros de altura. Su entrada cuesta 6 €, la mitad con la Brussels Card.
Compuestos por cuatro centros que reúnen más de 20.000 obras de arte. Los museos de Arte Antiguo y Arte Moderno son los de mayor relevancia, pero eso no quita que los de Constantin Meunier y Antoine Wiertz deban ser visitados también. Su entrada cuesta 10 €, pero si has comprado la Brussels Card, entrarás gratis.
Existen tours dedicados a realizar de forma íntegra este tour. Pero si no eres demasiado fan de los grafitis o los comics, cualquier del resto de free tours de la ciudad te llevarás a ver los más importantes o llamativos de la ciudad. La idea de decorar los edificios en peor estado de Bruselas con personajes de los comics belgas más famosos (entre otros motivos) nació en 1991. Ha día de hoy, esta ruta esta formada por más de 60 murales. Si quieres hacer este recorrido por libre, puedes solicitar un mapa del mismo en la Oficina de Turismo. Ya adelanto que será notable al presencia de Tintín como protagonista indiscutible.
Lo más destacable de esta zona de la ciudad es el Edificio de la Bolsa. Se trata de un barrio muy animado para tomar algo en sus terrazas y bares. Sus plazas más interesantes por las actividades culturales y de ocio que presentan son la Place St. Géry, la Place de Brouckère y la Place Ste. Catherine.
Terminamos el listado con este pasillo de 200 metros repleto de tiendas y boutiques a ambos lados. Estas galerías se encuentran cubiertas por una cúpula de cristal para estar siempre resguardadas de la lluvia pero para permitir al mismo tiempo el paso de la luz natural. Se dividen en Galería de la Reina, del Rey y de los Príncipes.
Para ver Bruselas, necesitarás poco el transporte público, pero debes saber que cada billete que compres puede ser utilizado durante una hora las veces que quieras y en las líneas o tipo de transporte que quieras. También es importante que tengas en cuenta que la propia ciudad dice de sí misma que escasea en planos de red de transportes, lo cual no facilita nada el momento de entender sus complicadas conexiones. Aquí te dejo la tabla de precios.
Si te das cuenta, la mayoría de sitios de la lista se pueden disfrutar sin pagar entrada. Bruselas se diferencia del resto de ciudades y capitales europeas porque es un sitio muy pequeño, que se visita fácilmente en un fin de semana, y que se disfruta casi en su totalidad paseando por sus calles.
En casi todos mis artículos recomiendo comprar la City Pass para que tu viaje sea lo más económico posible. En este caso, solo te recomiendo adquirir la Brussels Card si tienes pensado hacer una visita a fondo de la ciudad y vas a invertir más días en ella. Porque, por supuesto, sobra decir que existen muchos más sitios que ver en Bruselas, pero quizás no sean tan relevantes como los 15 que he mencionado.
Y por último, si quieres hacer que tu viaje sea redondo, te aconsejo que te pases también por Brujas, Gante y Amberes. Todas ellas poseen un encanto especial y se pueden recorrer de punta a punta en unas horas. De este modo, amortizarás tu estancia en Bélgica totalmente.
Madrileña treintañera que se dedica a ahorrar todo lo que su sueldo de enfermera le permite para viajar y descubrir este maravilloso mundo en el que vivimos. Y es tal la emoción que siento cada vez que lo hago, que quiero compartir mis experiencias y aprendizajes a través de estos artículos. Espero con ello que cada viajero pueda disfrutar de cada nueva aventura igual o más de lo que lo hice yo.
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