5 Sitios claves que visitar en Menorca

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Hoy te traigo 5 sitios claves para visitar Menorca sin perder los nervios y sin agujerear demasiado tu cuenta corriente, aunque esto último es lo más difícil.

¿Te imaginas mezclar sol, playa, ginebra y miles de turistas en medio del Mediterráneo y que siga siendo una isla tranquila? Suena utópico, pero te aseguro que no es imposible y Menorca está ahí para demostrarlo.

Anímate, merece mucho la pena emular a los piratas e iniciar el abordaje de esta joya que no te defraudará.

¿POR QUÉ LA MÁS BRITÁNICA?

Antes que nada, un poco de historia, que el saber no ocupa lugar y nos será muy útil para situarnos en Menorca.

Parece ser que ya en la Edad de Bronce la isla tenía muchos adeptos, a juzgar por los monumentos talayóticos que se conservan. A partir de ahí la lista completa daría para varios posts, ya que fenicios, cartagineses, griegos, romanos, vándalos, bizantinos, árabes y cristianos pasaron por ella. Hasta Barbarroja atacó sus costas, por lo que podemos intuir la gran importancia que tuvo para todos.

Pero en 1708 los británicos la invadieron durante la Guerra de Sucesión Española y ahí se quedaron durante más de sesenta años. Menorca se convirtió en una dependencia de la corona y Mahón en una importante base naval del Mediterráneo. La isla floreció al calor del comercio y el contrabando y Mahón desplazó a Ciudadela como capital. Una herida que sigue sangrando en pleno siglo XXI.

Menorca isla tranquila con influencia británica

La influencia de estos años es innegable en muchos aspectos de la vida menorquina, que aún perduran. No solo en la arquitectura, sino también en algunas palabras incorporadas al idioma local, la gastronomía o los juegos infantiles. Y, no menos importante, la ginebra. De hecho, existe una Ruta Británica para turistas curiosos y, porqué no,  para british nostálgicos.

Quizás de ahí provenga su proverbial calma, tal vez herencia de la flema inglesa, pero lo cierto es que existe. Y por eso se la reconoce como una isla tranquila donde descansar es una opción real.

Aunque Menorca fue durante mucho tiempo menos considerada por el turismo que sus hermanas Mallorca e Ibiza, eso la favoreció. Tuvieron tiempo los nativos de ver algún que otro desastre y aprendieron a no repetirlo. Afortunadamente para ellos y para nosotros.

faro menorca

5 sitios claves que debes visitar de Menorca

Está repleta de maravillosos rincones, playas, calas, rutas, fuertes y hasta un parque natural. Por no hablar de ese par de joyas de la arquitectura urbana que son Mahón y Ciudadela. Todo en 701 km cuadrados, lo que la convierte en un destino ideal para recorrer y disfrutar aunque no tengas muchos días.

Éstas son mis cinco claves para recomendarla sin dudar, aunque hay muchos más.

MAHÓN

¿Una ciudad con menos de 30.000 habitantes pero dueña del puerto natural más importantes de Europa? Esa es Mahón,  Maó en menorquín o mejor Mò, según la transcripción fonética usada por los nativos.

Mahón huele a mar, a ese puerto de 6 km de largo que va cambiando según las horas y la luz. Situada en la punta más oriental de España combina perfectamente su carácter marinero con un acento cosmopolita y urbano. Siempre bajo el influjo decisivo de un puerto tan grande que hasta puede cobijar una isla tranquila, la del Lazareto y otra, la del Rey. En ésta estuvo emplazado el Hospital Militar, construido por los ingleses y que funcionó desde el siglo dieciocho hasta mediados del veinte.

Visitar puerto de mahón en Menorca

En cuanto a la primera y como indica su nombre, fue utilizada para guardar cuarentena en épocas de la fiebre bubónica. Se construyó en 1793, por orden del Conde de Floridablanca pero no entró en funcionamiento hasta 1817. Hoy en día se conserva como un curioso conjunto arquitectónico, que tras reformarse, es sede de congresos y reuniones internacionales. Pero gran parte de las construcciones originales se preservaron y pueden visitarse.

Todas las civilizaciones que pasaron por Mahón han dejado su legado en la ciudad, pero predomina el estilo colonial del siglo dieciocho y de influencia británica. Además de muchos edificios notables, como el Teatro Principal, el más antiguo de España dedicado a la ópera, y modelo arquitectónico. Fue construido por el empresario Giovani Palagi en 1829 sobre una torre de la antigua muralla, siguiendo el esquema y la decoración de los teatros italianos. Es toda una referencia cultural de la ciudad y un espacio por donde pasaron las grandes estrellas del “bel canto”.

Entre la Plaza de la Conquista y la de la Constitución, la neogótica iglesia de Santa María se impone incluso al Ayuntamiento. Este último conserva en su fachada el reloj importado de Inglaterra en 1731, que sigue marcando la hora con exactitud británica.

Callejeando por el centro histórico te encontrarás con numerosas tiendas que venden los productos típicos. Abarcas, sobrasada, queso, ensaimadas y, por supuesto, el gin Xoriguer, posiblemente el primero que se elaboró en el Mediterráneo. Se suele beber con limonada y esta mezcla recibe el nombre de “pomada”, famosa entre nativos y foráneos por igual, madre de todas las resacas.

Visitar iglesia de Santa María y ayuntamiento de Mahón en Menorca

Lo que no vas a encontrar en las tiendas son camisetas de fútbol o sombreros mejicanos, los de Mahón tienen demasiada clase para eso.

Siguiendo con el paseo, llegarás hasta la Esplanada, primer gran espacio público de la ciudad donde aún funciona el mercado. Hablando de mercados, hay otros dos que no puedes perderte, el del Claustre, para productos de la tierra y el de Peix, para los del mar. También funcionan como punto gastronómico destacado y esto no es poca cosa en una ciudad donde se come de maravilla. ¡Ay esas calderetas de langosta en el Muelle de Levante! Se llevan en el alma para siempre pero ojo, no salen gratis como el paseo.

En el puerto se concentra toda la marcha nocturna de Mahón y también desde allí salen las numerosas excursiones marítimas para conocerlo mejor. Lo ideal es tener un amigo con barco, pero si no es tu caso pueden resultar muy interesantes. En el paseo se ven las monumentales fortificaciones que lo defendían, las islas y magníficas villas coloniales como la de Golden Farm, dominando la bahía. Se dice que fue el escenario del romance entre Lord Nelson y Lady Hamilton, que también había cotilleos en el siglo dieciocho.

Bastantes cosas para ver en la capital de una isla tranquila, pero no te agobies, lo slow también se lleva aquí.

CIUDADELA

Menos de 50 km separan Mahón de la que fuera la ciudad más importante de la isla antes del dominio británico. La Ciutadella de Menorca o simplemente Ciutadella se sitúa exactamente en la otra punta, mirando hacia la costa noreste de Mallorca y reivindicando su importancia histórica.

Una deliciosa ciudad llena de joyas arquitectónicas, que puede recorrerse con calma incluso en temporada alta. Salvo que coincidas con las Fiestas de San Joan, el evento más importante, popular y participativo del verano menorquín. Los palacios dejan de ser protagonistas, cediendo su lugar a jinetes y caballos engalanados que ocupan las calles. Es una experiencia inolvidable ver a más de un centenar de ellos entrar en la Plaza del Borne, lo que se conoce como el Caragol del Born. Alzados sobre sus patas traseras como demostración de nobleza y poderío, conforman una de las imágenes más emblemáticas de Ciudadela.

Igual que su rival, Ciudadela tiene un puerto natural volcado al Mediterráneo, más pequeño que el de Mahón, pero no menos importante. Muchas de las conexiones desde la península atracan justamente en él, algo que si puedes deberías probar. No hay nada mejor para llegar a una isla que hacerlo por mar. También es el lugar favorito de los nativos para encontrarse, pasear y comer.

Bonitas vistas de la ciudadela de Menorca

Bordeando el puerto por el Camí de Baix te toparás con uno de los rincones más bonitos de la zona, el Castillo de San Nicolás. Ocupando una posición excelente con vistas espectaculares, este pequeño castillo octogonal es anterior a la ocupación inglesa. Concretamente de los tiempos en que mandaba la Corona de Aragón, allá por el siglo diecisiete.

Metidos a recorrer el casco antiguo, destaca la Catedral de Santa María, más conocida como la Catedral de Menorca. Es uno de iconos de la ciudad y motivo de pulla con los de Mahón, ya que no hay otra catedral en la isla. Fue construida por mandato de Alfonso III de Aragón en el siglo catorce, siguiendo el estilo gótico catalán y es el punto más alto de la ciudad.

Aunque la puerta de entrada al casco histórico es la Plaza del Borne, con su magnífico obelisco de 22 metros. Conmemora la heroica defensa de la ciudad ante un ataque turco en 1558 y es otro de los puntos de reunión favoritos.  A su alrededor se encuentran varios de los sitios más interesantes para visitar, como el Convento de San Agustín, la iglesia del Roser y el Mercado. Casi todo construido o revestido en piedra, la verdadera protagonista de cada edificio y seña de identidad de Ciudadela.

¿Quieres saber la mejor parte? Todo está muy cerca, incluso lo que parece lejano, y el ritmo propio de una isla tranquila invita a recorrerla sin prisas. Aunque llegues por Ciudadela puedes alojarte en Mahón y viceversa, nunca estarás demasiado lejos de nada. Ninguna de las dos ciudades te dejará indiferente.

PLAYAS Y CALAS

Si alguna vez has suspirado por las playas del Caribe, creyendo que la arena finísima y el mar turquesa no estaban a tu alcance, aquí las tienes. Sin palmeras pero también sin huracanes.

Porque en Menorca puedes encontrar desde la cala más recóndita hasta arenales perfectos aún en las zonas urbanizadas. Con grandes diferencias entre las del norte y las del sur, que eso también tiene su encanto en un territorio tan pequeño.

En  el sur el agua es tan cristalina que hasta en las zonas más profundas podrás ver el fondo marino como si lo tuvieras a un palmo. Los nombres en sí mismos ya prometen: Macarella, En Turqueta, Mitjana, Sa Caleta, hay decenas de calas vírgenes, todas bellísimas. Pero no siempre accesibles en coche hasta la misma arena, que estamos muy mal acostumbrados.

Calas y playas de aguas cristalinas en Menorca, España

Y aquí está lo interesante: si no te importa hacer una pequeña caminata podrás encontrar los sitios más tranquilos. Muchas de las mejores calas no tienen parking a pie de playa y eso las convierte automáticamente en las menos pobladas. Un ejemplo es Cala Trebaluger a la que solo se puede acceder andando (unos 7 kilómetros de nada), o en barco.

No hace falta que tampoco que pierdas el alma para bañarte, pero ten siempre en cuenta que cuanto más difícil sea llegar, mayor la recompensa. Aunque hay alguna excepción, como la diminuta Cala Es Canutells, accesible en coche y poco visitada. Tampoco hay que descartar playas mucho más turísticas como Son Xoriguer, Cala Galdana o Son Bou, con arenales más extensos pero igualmente estupendas. Sobre todo si viajas en familia, ya que en ellas hay todo tipo de servicios y en las calas vírgenes suele haber solo arena, agua, rocas y bosque. Que no está nada mal, ahora que lo pienso.

Playas vírgenes de aguas cristalinas en Menorca, España

Las playas y calas del norte son muy diferentes, con fondos marinos rocosos que las convierten en ideales para bucear. Como Cala Morell o Cala En Forcat, paraísos del snorkel. Otra playa muy interesante es Binimel-là, un enorme arenal con fondo dunar donde no se aconseja fondear embarcaciones. En Menorca éste es un dato importante, ya que hay muchas calas solo accesibles por mar y en temporada alta suele haber más barcos que espacio. Además, a 3,5 km se encuentra el Monte Toro, la montaña más alta de la isla, de 358 metros y centro geográfico de Menorca.

Pero no puedo olvidarme de una de mis favoritas, Cala Pregonda. Es diferente a todas, no solo por el color de su arena, entre rojizo y dorado, sino también por los islotes que la protegen del oleaje. Tan espectacular que ha sido portada de dos discos de Mike Oldfield. Ahora bien, te toca caminar unos buenos 20 minutos desde el parking más cercano y provisto de lo esencial, no hay servicio alguno en la cala. Lo que era de esperar, no?

Ten en cuenta que aunque te muevas en bicicleta, los senderos para llegar a estas calas recónditas solo son practicables a pie. Y con deportivas, que las sandalias te pueden hacer pasar un mal rato.

Playas y calas recónditas en España

Por supuesto que la mejor manera de conocer el litoral es en barco, pero si tienes que pagar por ello no resulta nada barato. Por eso los amigos con embarcación se cotizan muy alto por estos lares, ahí lo dejo.

Sea como sea, en una isla tranquila como ésta, cualquier excursión te llevará al paraíso, garantizado.

MENORCA TALAYÓTICA

Tal vez te preguntes qué significa esta palabra tan inusual, pero que en Menorca forma parte del lenguaje habitual: talayots. Estas torres, construidas entre los años 1.000 y 700 a.C., cumplían funciones de dominio visual del territorio y aglutinaban a la población a su alrededor. O eso se cree, no hay certezas a día de hoy.

Se han encontrado vestigios humanos incluso anteriores, pero son los de la Edad de Bronce los que se conservan en excelentes condiciones. Y conforman una de las rutas más curiosas e interesantes de la isla, además de barata. Aunque hay más de 1.500 yacimientos talayóticos catalogados, no todos pueden visitarse y muchos de ellos son gratuitos, para alegría del sufrido viajero.

Unos de los edificios más emblemáticos y exclusivos de Menorca son las navetas. Eran construcciones funerarias colectivas de hasta cien individuos, todos con sus ajuares. La más famosa es la Naveta des Tudons, el monumento prehistórico más importante de Baleares y uno de los más antiguos de Europa. Tiene forma de nave invertida, por eso se llama así, y en su construcción no se usó ningún tipo de cemento, solo piedras encajadas. Está muy cerca de Ciudadela y si vas en lunes te ahorrarás los 2€ de la entrada.

Construcciones megalíticas en Menorca, España

Junto a los talayots y las navetas, las taulas forman el trío de construcciones megalíticas que solo existen en la isla. Las taulas, que recuerdan a mesas, eran aparentemente lugares destinados a los oficios religiosos y sacrificios.

El poblado prehistórico más importante del archipiélago balear es Torre d’en Galmés, donde se conservan tres talayots, una taula y varias casas. En Torralba d’en Salord se encuentra  la taula más famosa de Menorca, gracias a sus casi 5 metros de altura. Muy cerca de Mahón, Talatí  de Dalt es  uno de los poblados que mejor ha llegado a nuestros días, habitado desde la Edad de Bronce hasta la época romana. Torretrancada, próximo a Ciudadela, nos deja un ambiente más salvaje, donde no se percibe tanto la mano del hombre.

Hay algunos más, pero algo que no puedes dejar de ver es la Necrópolis de Cala Morell. Un curioso conjunto de 14 cuevas excavadas en la roca que servían de habitáculos funerarios, ninguno igual al otro. Se utilizaron como cementerio desde el período pretalayótico hasta el siglo II d.C. y resultan muy interesantes, además de gratuitas.

Una ruta diferente pero imprescindible si quieres conocer en profundidad una isla tranquila repleta de historia.

CAMÍ DE CAVALLS

¿Te interesa saber si Menorca es un lugar apropiado para el senderismo? La respuesta es sí, pero además posee una de las rutas más espectaculares que cualquier caminante pueda soñar: el Camí de Cavalls. O el Camino de Caballos, como prefieras.

Le pongas el nombre que le pongas vas a encontrarte con algo único. Un camino de 185 km de largo que bordea completamente la isla, atravesando pueblos marineros, calas escondidas e impresionantes barrancos. Puede hacerse andando, en bici (BTT), o a lomos de un caballo. Está dividido en 20 tramos y aunque muchos solo hacen una parte, algunos más aventureros se atreven con todo.

Sendero o ruta el Camí de Cavalls, o el Camino de Caballos. Que bordea la Isla de Menorca, puede realizarse en bici, caminando o en caballo

Su historia se remonta posiblemente al siglo catorce, aunque no está confirmado. Lo que sí se sabe es que formaba parte del sistema defensivo empleado para vigilar la costa. Guardias y torreros lo recorrían a caballo para tener algo más controlado al traicionero Mediterráneo, infestado de piratas con malas intenciones.

Después de muchos años en que varios tramos del camino estaban cerrados por pertenecer a particulares, las cosas cambiaron. Gracias a la lucha de los ciudadanos y la implicación de las administraciones insulares, en el año 2000 se recuperó el uso general, libre y gratuito.

Ruta de camino de caballo en Menorca realizada en bici

No es un recorrido fácil, pero la espectacularidad del paisaje compensa cualquier esfuerzo. Lo interesante es que puedes elegir qué tramo te conviene más según el nivel de dificultad, aunque te advierto que una vez empieces, es difícil parar. Si te decides por la bici, ten en cuenta que habrá que llevarla a ella en algunas partes del sendero.

Otro tema es pernoctar, ya que en Menorca la acampada libre está prohibida, aunque el vivac en la playa se tolera. Y lo más importante, en qué época del año ir. Ojo que esto vale para el viaje en general, porque si puedes, descarta el verano. No solo por la abundancia de turistas y el calor, sino principalmente por los precios e incluso el paisaje.

Visitar ruta camino de caballo en Menorca, sus vistas son espectaculares

En el caso del Camí de Cavalls, pues lo mismo. El invierno no es tampoco la mejor opción, la isla puede resultar fantasmal en algunas zonas que cierran completamente. Lo ideal es la primavera o el otoño, temporada media-baja de precios y normalmente, muy buen clima. Para el senderismo, la época perfecta y para el bolsillo, también.

Hay unas cuantas empresas que se ocupan de organizar todo, incluido el alojamiento y el alquiler de bicis. Aunque también puedes hacerlo por libre, ateniéndote a las indicaciones sobre seguridad y cuidado del patrimonio natural.

Sea como sea, íntegra o en porciones, esta es una tarta que no puedes dejar de probar. De lo mejorcito que una isla tranquila como Menorca ofrece al paladar del viajero.

Como te dije al principio, hay muchas más cosas para ver y disfrutar en este trocito de Mediterráneo, inconcebiblemente cargado de atractivos. Es como si de la bolsa de las maravillas, unas cuantas se dejaron caer en sus 701 km cuadrados.

Y ahí siguen para deleite de propios y extraños, no te las pierdas.

¡Nos vemos en el próximo destino!