San Juan de Gaztelugatxe, un sueño en la costa vasca

 

¿Nunca has estado en la costa vasca aunque te hayan hablado mucho de ella? Si está planeando un viaje para conocer este litoral bravo y estimulante, San Juan de Gaztelugatxe está en la pole position de lo que hay que ver.

Y si alguna vez has ido, no dudo que estarás deseando volver a este enclave increíble que se ha hecho mundialmente famoso gracias a Juego de Tronos.

Ya sea porque eres un fan de la serie, te guste la naturaleza o te mueras por unas buenas fotos, es un lugar al que hay que acercarse al menos una vez en la vida.

Kosta Gaztelu

Uno de los muchos rincones mágicos que puedes encontrar en España y que, en ocasiones, se pierden entre el bullicio del sol y playa.

Comienza a calentar para estar en forma, prepara tu mochila y lánzate a descubrir cómo dejarte llevar por un  paisaje perfecto e inolvidable.

 

¿QUÉ ES SAN JUAN DE GAZTELUGATXE?

Lo primero que hay que decir es que se trata de un lugar único entre Bakio y Bermeo, en plena costa vizcaína.

Un islote rocoso  unido a tierra firme por la mano del hombre,  y que parece un castillo en medio del mar. En la cima se asienta una pequeña ermita dedicada a San Juan Bautista, cuya primera versión data del siglo IX.

No es la que vemos actualmente, la original tuvo que lidiar con batallas e incendios en tiempos más oscuros. Después de convertirse en convento en el siglo XII, fue saqueado doscientos años más tarde por los mismos frailes que la habitaban. No dejaron en pie más que el edificio y eso porque era complicado llevárselo.

vasca es la costa

Hubo varias reconstrucciones a lo largo de los siglos pero a pesar de los cambios, siempre ha tenido mucho significado para los lugareños. Entre ellos los pescadores de Bermeo que conservan la costumbre de girar tres veces a babor y tres a estribor cuando pasan por allí. Parece ser que la  buena pesca está asegurada con este rito, y la protección del santo  también, muy de agradecer cuando navegas por la costa vasca.

 A pesar de ser terreno sagrado, o quizás por eso, la leyenda cuenta que fue escenario de varios aquelarres y que a las brujas  les encantaba reunirse allí. También que el mismísimo San Juan anduvo por estos lares y dejó impresa su huella en lo alto. Por si te sirve el dato, al pisarla te quedas sin callos por obra y gracia del titular de la ermita, así que ya sabes….

 

¿PORQUÉ ES IMPRESCINDIBLE CONOCERLO?

No solo porque sea el segundo lugar preferido por los visitantes del País Vasco, después del Guggenheim. Ni porque los creadores de Juego de Tronos lo hayan elegido para recrear el hogar de Daenerys Targaryen, aunque cambien la ermita por un castillo, Rocadragón.

Aunque todo esto también cuenta, lo más importante es la atmósfera irrepetible del lugar, con un acceso hecho a medida para tal portento.

Porque llegar a la ermita no es precisamente un paseíto, sino más bien una ruta de trekking, de ahí lo del calentamiento que te decía antes.

San Juan de Gaztelugatxe está unido a tierra firme a través de un puente de piedra de dos grandes arcos. El puente se transforma en un camino estrecho con 241 peldaños que, zigzagueando, llega hasta la cima del peñasco.

Bermeo Lugatxe

Parece peor de lo que es y a menos que tengas dificultades de movilidad, resulta perfectamente practicable con un poco de dedicación y esfuerzo.

A los peldaños tienes que sumarle las cuestas, pero tranquilo, hay zonas para descansar y tomar las mejores fotografías de tu vida. Eso sí, cada escalón es de su padre y de su madre, no creo que haya dos iguales, pero eso forma parte de su encanto.

Llegar te tomará alrededor de 30-40 minutos, dependiendo de las veces que te sientes a descansar y de la compañía que lleves. Los niños suelen divertirse mucho en la subida y si tienes un perro grande y fuerte, te ayudará en las cuestas.

Una vez arriba, es obligatorio tocar tres veces la campana que está en el exterior de la ermita mientras pides un deseo. Que se cumpla o no, dependerá de las ganas que le pongas al asunto y de lo dura que esté la cuerda.

Cuando entres a la ermita, te encontrarás con maquetas de barcos a modo de ofrendas, cuadros marineros y exvotos de los que se salvaron en algún naufragio.  Ten en cuenta que no siempre está abierta, solo durante los actos religiosos, en días festivos, Semana Santa o verano. Si bien el acceso es gratuito, deberás pagar 1€ si quieres sacar fotos en el interior.

La panorámica desde el exterior es de escándalo: al este, el cabo Matxitxaco y si hay buen tiempo, las costas de Francia. Al oeste se dibuja Cantabria, a veces perdida en la bruma pero siempre presente.

Todo condimentado con el oleaje típico de la zona, un espectáculo en sí mismo.

 

NO ES SOLO UN MONUMENTO

La celebridad de la que goza San Juan de Gaztelugatxe en la costa vasca, no es exclusivamente por la combinación de elementos tan diversos.

En 1998 fue declarado Biotopo Protegido, un sistema que busca la preservación de los pequeños ecosistemas que destacan por su singularidad y belleza.

Un poco más tarde, en 2013, se integró en la Red Natura 2000, siendo Zona Especial de Conservación y Zona de Especial Protección de Aves.

Por eso es muy importante saber que no se trata de un parque de atracciones, sino un enclave natural protegido de gran importancia cultural.

Esto que parece obvio, no lo es para todo el mundo, por lo visto. Por esta razón, y dada la cantidad de visitantes que se acercan, ha tenido que regularse el acceso desde el año 2018.

Basque coast

Es gratuito, pero para controlar el aforo debes de sacar un ticket en la web de la Diputación de Bizkaia, siguiendo las instrucciones de la página.

Esta supervisión se ejerce durante una franja horaria determinada, de 10 a 19 hs. Fuera de este horario, el paso no está controlado, una buena opción para quien no haya conseguido su entrada. Tampoco es todos los días del año, sino en fechas con mayor afluencia de visitantes, una información que ofrece la página web.

Otro detalle interesante es que, cuando baja la marea, queda al descubierto un acantilado de rocas flysch. Bajo este nombre se esconde una formación rocosa origen sedimentario en el que se alternan capas de roca dura con materiales blandos.

La erosión hace su trabajo de hormiga, desgastando más las capas blandas y dejando expuestas las duras.

¿Sabes cuál es el resultado final? Un acantilado que tiene pinta de tarta milhojas, sencillamente fascinante.

 

¿CÓMO LLEGAR?

Para llegar a esta joya de la costa vasca es necesario el uso del transporte público o privado. Aunque pertenece a Bermeo, está más cerca de la localidad de Bakio.

Si ya has estado hace algunos años, seguramente recordarás que podía se podía llegar con el coche hasta el inicio del puente. Las cosas han cambiado y ahora el recorrido desde el monte hay que hacerlo a pie. Nada tan serio que te deje con las ganas de visitarlo, pero sí un plus que hay que sumarle al camino propiamente dicho.

San Juan de Gaztelugatxe está a 45 km de Bilbao y si sales de allí, tienes que coger la carretera BI-631 en dirección al aeropuerto hasta rebasar el municipio de Mungía (sin entrar en él). Luego hay que tomar el desvío a Bakio por la BI-2101, atravesar el pueblo y seguir las indicaciones hacia tu destino que está a unos 6 km.

Para llegar en autobús has de recurrir a la empresa Bizkaibus, la única que ofrece una ruta regular hasta San Juan. Bueno, lo de ruta regular es un concepto quizás demasiado amplio, lo cierto es que de junio a septiembre hay servicio diario, con algunas particularidades como los horarios. Pero en invierno las cosas se complican ya que no existe autobús directo desde Bilbao, hay que ir hasta Bakio y luego utilizar el Taxibus u otras combinaciones similares.

También es importante saber que si bien está cerca de la capital vizcaína, el trayecto en bus dura alrededor de hora y media por la cantidad de paradas que hace. Por si a pesar de todo prefieres el transporte público, toma nota del teléfono al que llamar para disipar dudas, 946 125555. La página web de la Diputación no resulta tan fiable como la información obtenida de primera mano.

Una vez en destino, encontrarás tres aparcamientos en la carretera vieja para dejar el coche. Y dos rutas a pie para llegar al puente, una más corta pero más exigente y la otra, de mayor recorrido pero más llana.

costa vasca Lugatxe

La primera sale del restaurante Eneperi, toda una institución en la zona, combinando escaleras y cuestas hasta llegar al nivel del mar, algunas con mucha pendiente (1,3 km). La segunda, que aparece un poco más arriba, recorre una carretera asfaltada sin paso de vehículos y sin escaleras (2,8 km). Por supuesto, la más transitada es la primera, que para eso estamos en Euskadi.

Hay dos alternativas más que vale la pena conocer. Una es alquilar una bici eléctrica en Bakio, experiencia altamente recomendable si te gusta pedalear y quieres recorrer algo más de costa.

La otra es ver San Juan desde el mar, ideal para aquellos que no pueden desplazarse a pie, ya que el barco admite sillas de ruedas. De esta forma se puede apreciar este coloso de la costa vasca sin inconvenientes y disfrutar de un paseo precioso al que bautizaron como la Ruta de Juego de Tronos.

 

INFORMACIONES PRÁCTICAS

Calzado y ropa apropiados.

Las chanclas o las sandalias no son adecuadas ni para la bajada hasta el puente ni para la subida a la ermita. Mejor deportivas bien atadas que no se escurran si el suelo está mojado. En cuanto a la ropa, cómoda y con posibilidad de quitar o poner, cuando subas tendrás calor pero la fresca brisa marina es un ingrediente más de San Juan, no lo olvides.

Baños.

Encontrarás baños públicos antes de cruzar el puente, y ninguno más hasta que vuelvas a bajar. Si vas con niños puede ser un detalle a tener en cuenta.

-Agua y comida.

También antes de subir podrás cargar tu botella de agua en una fuente. En la ermita hay una pequeña tienda de recuerdos y refrescos, pero no siempre está abierta, así que mejor prevenir. Los nativos suelen llevar un hamaiketako, que no es otra cosa que aperitivo en euskera, para tomarlo en alguno de los bancos que hay alrededor de la ermita. Recuerda recargar tu botella al salir del puente, aún te queda la subida hasta el aparcamiento.

-Carritos de bebé.

Si bien no es físicamente imposible, pues casi. Hay quien lo intenta, pero no te lo recomiendo, las escaleras no son regulares, hay curvas, desnivel, en fin, mejor mochila porteadora. No es terreno adecuado para ningún tipo de ruedas.

-Mejor época para visitarlo.

Sin duda, fuera de temporada alta. El otoño y la primavera son ideales para disfrutar de la visita sin el agobio de gente subiendo y bajando. Ya sé que siempre decimos lo mismo y la mayoría de nosotros no puede irse de vacaciones cuando quiere, pero vale la pena organizarlo huyendo de la masificación veraniega. Es perfecto para una escapada de fin de semana que combine con Bilbao y sus alrededores.

Este artículo es el primero de una serie sobre lugares mágicos de España, esos que quizás has oído nombrar alguna vez pero que nunca pudiste visitar. Rincones ideales para conocer algo más de una geografía variada y deslumbrante que muchas veces tenemos más cerca de lo que pensamos.

Disfruta de San Juan de Gaztelugatxe y de la costa vasca en general, una de esas experiencias inolvidables que te brinda la magia de viajar.

¡Nos vemos en el próximo destino!