¿Siempre has pensado que los mejores destinos de turismo activo están en países lejanos? Costa Rica, Australia, Nueva Zelanda, Brasil o Nepal, son nombres que inmediatamente te llevan a imaginar tus vacaciones favoritas.
Por supuesto, en cualquiera de ellos encontrarás un sinfín de actividades de las que te gustan. Pero no hace falta irse tan lejos, muchos países europeos, incluyendo España, pueden competir sin ruborizarse en esta materia.
Con algunas ventajas en cuanto a seguridad, infraestructuras o sanidad, estando como estamos en uno de los espacios más estables del mundo.
Aunque algún país no pertenece a la Unión, como Noruega, Suiza o Islandia, sí tienen acuerdos para poder utilizar tu tarjeta sanitaria europea. Un plus de tranquilidad, sobre todo si tienes intención de practicar barranquismo o tirarte en paracaídas.
El turismo activo, como el de aventura, han llegado para quedarse. Hasta no hace mucho, los viajes se enfocaban fundamentalmente al conocimiento y recorrido de países o ciudades. Pero la popularidad que ha cobrado este otro tipo de vacaciones es tal, que ya se reconoce como un pilar fundamental del sector.
Actualmente, mucha gente quiere dedicar sus viajes a la práctica de actividades deportivas en un entorno lo más natural posible. E intentando usar los recursos de forma responsable, sin degradarlos ni agotarlos.
Si tú eres uno de ellos y has llegado hasta aquí, no te pierdas esta lista de países que te ofrecen lo que buscas. No he incluido España, porque de ella hablo por separado, pero también podría estar.
Ponte en forma y empieza a mirar las webs de las aerolíneas low cost, la diversión está más cerca de lo que crees.
Si bien lo primero que viene a la cabeza cuando hablamos de Suiza es el esquí, este pequeño país tiene de todo para practicar el turismo activo.
Más del 60% de su territorio está ocupado por los Alpes Suizos, un terreno perfecto no solo para los deportes de invierno. Que por supuesto, son el principal reclamo de los amantes de la nieve y el hielo, pero no el único.
Nombres míticos como St. Moritz, Zermatt o Gstaad forman una trilogía de lujo y glamour para esta práctica. Sitios muy caros, pero con unos servicios francamente formidables en los que no falta de nada. Además de esquiar, aquí se puede practicar patinaje, bobsleigh o snowboard, rodeado por un paisaje de ensueño.
Es otro de los deportes más cultivados en Suiza, con infinidad de rutas de distintos niveles. Entre todas, cabe destacar las que rodean algunos lagos como el de Lucerna o el Bodensee, absolutamente maravillosas.
Una actividad muy practicada, y no solo por los visitantes, es el senderismo. A los suizos les encanta andar por sus bosques y montañas, por eso el país está lleno de caminos de todo tipo, perfectamente señalizados.
Si lo que te mola es conquistar los Alpes, prepárate bien primero, aquí las montañas presentan retos difíciles de superar. En el Oberland bernés te espera el mítico Eiger (Ogro en español), que por algo se llama así.
También puedes asaltar los cielos a bordo del tren de la Jungfraujoch, el corazón de los Alpes Suizos. Un viaje increíble por las entrañas de las montañas a través de túneles muy empinados. Una vez arriba, tendrás ocasión de asomarte al mirador más alto de Europa, el Sphinx Hall, a 3.571 m desde el suelo. Si el vértigo y el frío te lo permiten, claro.
Otra opción es hacerlo al revés y dedicarte al descenso de barrancos. En la zona del Grimsel encontrarás algunos de los canyoning más afamados de Europa. Una escalada a la inversa, llena de rápeles, tirolinas, toboganes y chapuzones en ríos tumultuosos, donde se pasa frío y miedo a partes iguales.
Pero hay más: vuelos en parapente, rafting, ala delta, buceo bajo el hielo, airboarding, en fin, pura adrenalina.
Los reyes del turismo activo en Europa te esperan. ¿Quién dijo que los suizos eran aburridos?
Si Suiza representa el turismo activo más organizado, Noruega nos muestra la cara salvaje de la naturaleza en todo su esplendor. Un verdadero paraíso para los que buscan la inmersión total en un medio respetuoso con el entorno y los recursos naturales.
La lista de actividades al aire libre que puedes hacer en Noruega es prácticamente interminable. Me recuerda a una frase que decían en Mallorca: “aquí tenim de tot y molt”, aquí tenemos de todo y mucho. No solo el paisaje de los fiordos es impresionante, todo el país está volcado en las actividades al aire libre como forma de vida.
Con alguna característica especialmente interesante: el derecho a vagar libremente, recogido incluso en la legislación. Básicamente es el derecho a disfrutar de la naturaleza, ya sea paseando, acampando o con tu caravana, en prácticamente cualquier parte. Respetando unas reglas bien sencillas, de puro sentido común, que vale la pena conocer.
Es importante elegir el momento para tu viaje dependiendo de la actividad que te interese. En invierno, el esquí es el rey, sirviendo incluso como medio de transporte, sobre todo el nórdico, más extendido que el de descenso. Este también está presente en numerosas estaciones, aunque resulta un pasatiempo bastante caro debido al coste de los remontes. Lillehammer, Holmenkollen o Tromsø son excelentes opciones para entrar en contacto con este mundo.
Capítulo aparte es el trineo con perros, una actividad auténticamente local que se practica desde tiempos inmemoriales. El Ártico es el lugar ideal para aprender a guiar y hay muchos operadores que facilitan los medios. Siempre respetando profundamente a la naturaleza y a los animales.
Existe un sinfín de propuestas en invierno, todas relacionadas con la nieve o el hielo, desde caminatas con raquetas a trineos convencionales o motos de nieve. Y unas cuantas estaciones de esquí no cierran en todo el año, como Galdhøpiggen, increíblemente bonita.
Las posibilidades en época estival son extraordinarias, tanto si te apasiona el ciclismo, con rutas de todo tipo, como si lo tuyo es el senderismo. Dicen los noruegos que la mejor forma de conocer su país es a pie, y creo que están en lo cierto, con más de 20.000 km de rutas señalizadas. Incluyendo una de las actividades favoritas de nativos y turistas, las excursiones por los glaciares, para las que se necesitan guías expertos.
Si quieres emociones fuertes, dirígete a Voss, la capital del turismo de aventura del país. Paracaidismo, puenting, paravelismo y salto base son algunas de las alternativas que te ofrece esta meca de los deportes extremos.
Otras opciones veraniegas son el kayak, el rafting, la navegación a vela y una muy importante para los noruegos, la pesca. En un país con innumerables lagos y ríos, que presume de 101.388 km de costa marina, no podía ser de otra manera.
Por haber, hay hasta maravillosas playas donde, si no te atreves a bañarte, sí puedes tomar el sol y relajarte en el marco incomparable de los fiordos. Sin olvidar que Noruega es el segundo destino europeo de escalada en roca, después de los Alpes.Así que, si quieres practicar el turismo activo a pocas horas de vuelo desde casa, este país es uno de los mejores lugares para hacerlo. Para los amantes del aire libre, lo más parecido al paraíso que se pueda encontrar. Un lugar demasiado interesante en el que no vale la pena desperdiciar el tiempo en interiores.
En el extremo noreste del continente, Islandia se ha convertido en uno de los destinos de turismo activo más interesantes de Europa.
Volcanes, desiertos, montañas y glaciares le dan unas características ideales para la práctica de deportes de aventura que no encontrarás en otro sitio. Pero son los volcanes los que han modelado la caprichosa orografía de esta isla en el Atlántico. Vayas donde vayas, podrás ver el efecto que la actividad volcánica ha tenido y tiene en el país.
Una de las actividades más fascinantes que puedes hacer es el descenso al interior de un volcán, aunque solo en verano. Podrás adentrarte en la inmensa cámara de magma del Þríhnúkagígur, que lleva 4.000 años inactivo. Y esperemos que siga así.
La fuerte actividad geotérmica es en sí misma un atractivo muy importante de Islandia. Los baños en el lago de Mývatn o en la prodigiosa Laguna Azul, a 39º de temperatura constante, son una verdadera maravilla.
Cada pueblo o municipio cuenta con una piscina termal donde poder bañarse a 27-29 º durante todo el año en aguas limpísimas, naturales y sin productos químicos. Nadar en Islandia es el pasatiempo nacional.
El senderismo llega aquí a niveles infinitos, hay todo tipo de paseos y travesías por esta naturaleza virgen que parece inagotable. Siempre con mucho cuidado con el cambiante clima, y buena preparación física y de material. Existe una extensa red de campings y cabañas que vale la pena tener en cuenta si vas a hacer una ruta más larga.
Los paseos por glaciares, a pie o en moto-nieve, son una alternativa excelente para los más atrevidos. La equitación también tiene un lugar de honor en la vida islandesa, otra manera ideal de recorrer este paisaje increíble.
El agua está siempre presente en cualquier turismo activo que se precie, y tratándose de una isla no podía ser de otro modo. Barco, kayak y rafting en los ríos glaciares, te aseguran adrenalina y una visión diferente desde la costa. Podrás navegar entre icebergs o ballenas, cuyo avistamiento también es una actividad deportiva en Islandia.
Los ciclistas tienen un buen desafío en esta isla, es muy divertido pero a la vez se puede complicar por las condiciones climáticas. Hay posibilidad de alquilar bicis prácticamente en todos los pueblos, y este enlace te será de mucha ayuda.
A menos que seas un admirador del tiburón fermentado, seguramente no irás a Islandia por su gastronomía. Pero estoy seguro que su naturaleza de hielo y fuego te enamorará.
¡Ah! No te pierdas la aurora boreal, es un espectáculo mágico e inolvidable.
¿Te gustaría visitar un país donde muchas regiones conservan la arquitectura, las tradiciones y la vida rural de la antigua Europa? ¿Pero que además cuenta con impresionantes recursos naturales, un clima benigno y poca masificación?
Este sería un buen resumen de Bulgaria, que al igual que otros países del este, recién empieza a despertar como potencia turística. O sea que está en el mejor momento para disfrutarlo y a un precio bastante más asequible que sus hermanos del norte.
La biodiversidad de este país es apabullante. Las costas del Mar Negro son perfectas para el kitesurf y el windsurf, los numerosos ríos, para el kayak o el rafting. Hay 37.000 km de rutas de senderismo, conocidos como eco-senderos, como el Vazov que atraviesa el río Iskar y pasa por la cascada Skaklya.
Otro destino muy popular para el trekking es las montañas Ródope, donde se puede ver la cueva más larga de Bulgaria. Lagos y prados alpinos se alternan con algunas de las cascadas más altas de Europa.
En la parte balcánica, las montañas de Rila ofrecen alturas de 3.000 m, aunque la mejor estación de esquí es la de Borovets, cerca de Sofía.
El ciclismo, tan presente en cualquier país europeo, también lo está aquí, con variedad de rutas tanto históricas como de naturaleza. El buen clima es un poderoso aliciente para montarse en las dos ruedas y disfrutar del paisaje.
Actualmente, el buceo se ha convertido en un deporte muy popular en Bulgaria, con el Mar Negro como protagonista. Si te gusta sumergirte, no dejes de hacerlo en el puerto romano hundido, donde también reposan barcos de las guerras mundiales, a 40 km de Varna.
Al igual que en Islandia, aquí hay mucha tradición equina y las rutas a caballo son abundantes y muy buenas. No solo disfrutarás del entorno a paso tranquilo, también la comunicación con estos animales te dejará una impresión imborrable.
Estoy seguro que Bulgaria te sorprenderá y mucho, no solo por la variedad y calidad de su naturaleza, sino también por sus precios. Un sitio perfecto para los amantes del turismo activo, que además no te dejará la tarjeta al rojo vivo.
Si preguntas por alguna actividad deportiva que no pueda practicarse en Croacia, la respuesta es no. Este bellísimo y castigado país es una meca para cualquier amante del turismo activo porque tiene un abanico enorme de posibilidades y recursos.
La mezcla del agua y la montaña siempre es un imán para los que disfrutan en la naturaleza, y de eso Croacia tiene mucho. La costa del Adriático y sus miles de islas resultan irresistibles para los devotos de los deportes acuáticos.
Navegar a vela es una de las pasiones nacionales, así como nadar en esas aguas increíblemente claras y tranquilas. La turbulenta historia de la zona ha dejado una buena cantidad de recuerdos en los fondos marinos, sobre todo barcos. También hay un avión de la II Guerra Mundial frente a las costas de Vis, donde se pueden ver ánforas y pecios que explorar. Además de infinidad de cuevas y arrecifes rebosantes de fauna marina. Se pueden encontrar centros de submarinismo por toda la costa, así que los fans de la inmersión no tendrán problemas para sumergirse.
Si prefieres el kayak, podrás elegir el mar o los ríos, hay mucha afición en Croacia por este deporte, sobre todo en Dubrovnik, donde les gusta salir con la puesta de sol.
El país tiene 10 parques nacionales y 18 parques naturales, en los que practicar el senderismo es un verdadero placer. La primavera, el inicio del verano o el otoño son los momentos ideales, ya que en verano todo está saturado de turistas. El Parque Natural de Žumberak Samoborsko Gorje, cerca de Samobor, es uno de los mejores sitios para las excursiones. Tiene todo lo que se busca en un lugar así, desde frondosos bosques, cuevas, gargantas y cascadas, hasta 9 refugios de montaña.
Para la escalada, nada mejor que el Parque Nacional de Paklenica, con 72 rutas deportivas y 250 rutas más largas. Marzo, abril y mayo son los mejores meses para practicarla.
Si lo tuyo es el ciclismo, podrás disfrutar de cientos de rutas adecuadas para este deporte, muchas de ellas exclusivas para cicloturismo. En las oficinas de turismo se consiguen mapas e información sobre dónde alquilar, además de los puntos de interés a visitar. Te recomiendo la mágica ruta por los lagos de Plitvice, así como la Costa de Istria, perfecta para recorrer en bici.
¿Un poco más de adrenalina? Desde parques de tirolinas, con alguna que llega a 700 m de largo, hasta vuelos en parapente, paracaidismo o rapel. Este enlace te proporcionará más información sobre los deportes extremos en Croacia.
Lo que te dije al principio, no hay deporte que no puedas practicar en este país. Una de las frases más tentadoras para los amantes del turismo activo.
Si bien los bajos precios son un importante aliciente para ir de vacaciones al este de Europa, Rumania tiene por sí misma el suficiente encanto para atraparte. Una naturaleza exuberante, arropada por los impresionantes Cárpatos y el río Danubio, que ha permanecido intocada mucho tiempo. Y la posibilidad de practicar el turismo activo, que empieza poco a poco a despuntar, en un marco de increíbles contrastes.
Olvídate de las oscuras historias transilvanas y de su protagonista, el Conde Drácula, y lánzate a descubrir un país con mucho que ofrecer al visitante.
Con el 31% de su territorio ocupado por los Cárpatos, Rumania cuenta con innumerables opciones para disfrutar de la montaña. Aquí hay de todo: picos para escalar, senderos, desfiladeros, lagos, bosques y abundancia de cuevas. Un paraíso para los espeleólogos, con más de 12.000 cuevas, un tercio de todas las que tenemos en Europa, algunas sin explorar.
En invierno, estas mismas montañas invitan a los esquiadores, con buenas y modernas estaciones, mucho más baratas que las suizas o austríacas. El punto más alto está situado a 2.011 m y las mejores son Poiana Brasov, Sinaia, Predeal y Păltinis si Runcu.
Pero si hay algo que atraiga como un imán a los locos del volante, es la carretera Transfăgărășan. Considerada la “carretera más bonita del mundo”, es un Scalextric gigante de casi 100 km, que alcanza una altura de 2.042 m. Su trazado incluye viaductos, túneles, increíbles panorámicas, valles, arroyos y cascadas, en un recorrido que es mucho más que curvas. Entre otras cosas, el castillo de Poenari, la mítica fortaleza de Vlad Tepes, el alma máter del Conde Drácula. En invierno está cerrada por los temporales de nieve, así que, si quieres recorrerla tendrás que ir en verano, la mejor estación del año en Rumania.
Puede que te gusten actividades más tranquilas, entonces lo mejor es que te acerques al Delta del Danubio, justo antes de desembocar en el Mar Negro. Esta Reserva de la Biosfera está algo apartada de las rutas turísticas y es un verdadero paraíso para los amantes de la biodiversidad. También los pescadores tienen mucho para disfrutar aquí y en los cientos de lagos y ríos, donde se puede pescar siempre excepto en abril y mayo.
El cicloturismo, en un país con tantas diferencias de altura, tiene pistas para todo tipo de niveles y es un valor en alza. Las rutas a caballo encuentran su máximo esplendor en los Cárpatos y en las áreas rurales, y son muy valoradas por los visitantes.
Y por supuesto, todo tipo de actividades acuáticas en el Mar Negro, que no será nuestro Mediterráneo, pero va creciendo como un rival turístico a temer.
Un país con encanto, que seguramente te hará replantearte muchos tópicos y al que querrás volver a buscar más turismo activo.
Hasta aquí mi lista de hoy, mañana más.
¡Buenos viajes!
Me llamo Cristian Goldberger y soy un viajero empedernido. Desde niño siempre he soñado con viajar y compartir mis experiencias con todo el mundo. Tras cursar una Licenciatura en Turismo, he viajado, vivido y trabajado a ambos lados del charco. Como guía oficial del Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio tengo debilidad por las montañas y la naturaleza. ¿Si pudieras, te pasarías la vida viajando? Yo, desde luego que sí.
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