Si hay algo que me enamora de una ciudad, es la mezcla de mar y montaña. Dos elementos que, de estar juntos, seguro me atrapan. Es el caso de la señorial Santander, una perfecta muestra de cómo pueden combinarse naturaleza, historia, modernidad y gastronomía en perfecto equilibrio. Playas urbanas espectaculares, un puerto utilizado desde …
